Existe un documental sobre el ‘transgenerismo’ en la infancia que fue retirado de algunos medios televisivos antes incluso de ser emitido. El artículo que traducimos a continuación habla de ello y aporta datos muy interesantes. Se trata de un artículo de James M. Cantor publicado por PsyPost.
El National Post cubrió recientemente la noticia de la cancelación por parte de la emisora CBC de un documental de la BBC sobre menores transgénero (Por qué la CBC canceló un documental considerado ‘transfóbico’ por activistas). En la noticia, el Post compartía las afirmaciones hechas por algunos activistas que criticaban estudios científicos, pero al parecer no contrastó si estas afirmaciones eran ciertas; así que he pensado que estaría bien echarle un vistazo a dichos estudios. Sirva como referencia un artículo anterior en el que hice una lista de los resultados de todos y cada uno de los estudios que se han dedicado a seguir casos de menores transgénero para ver cómo se sentían en la edad adulta (¿Siguen siendo trans los menores trans cuando maduran?). Hay 12 estudios de este tipo, y todos llegan exactamente a la misma conclusión: La mayoría de menores deja de sentirse transgénero cuando madura.
El Post mostraba las críticas vertidas sobre dos de ellos: “Un estudio de menores holandeses en particular, asumía que los sujetos habían ‘desistido’ simplemente porque habían dejado de acudir a la clínica de identidad de género”. Aunque no dicen el nombre, parece que esta afirmación se refiere al estudio de Steensma et al. (2013), que hizo el seguimiento de 127 menores transgénero. De ellos: 47 aseguraron seguir siendo transgénero; 56 dijeron que ya no eran transgénero (46 lo dijeron personalmente, 6 a través de sus progenitores y 4 lo dijeron pese a no participar en otros aspectos del estudio); y 24 no respondieron a la invitación a participar en el estudio o no pudieron ser localizados.
Como todos los servicios médicos para el tránsito son gratis en Holanda, y como sólo hay una clínica que preste dichos servicios, los investigadores pudieron comprobar que ninguno de estos 24 habían hecho el tránsito a pesar de haber tenido la oportunidad de hacerlo. Steensma por tanto declaró en su informe que el (80/127=) 63% de los casos había desistido. La supuesta crítica es que no se debería asumir que estos 24 que no respondieron o no pudieron ser localizados terminaron desistiendo.
Independientemente de si se está de acuerdo con esto o no, lo irrelevante de la afirmación se ve de manera muy clara llevándola a su propia conclusión: cuando se excluyen estos 24, encontramos que la cuota de personas que desisten es del (56/103=) 54% en lugar del 63%. Es decir, aunque sea numéricamente inferior, sigue haciendo válida la misma conclusión. La mayoría de menores deja de sentirse transgénero cuando se hace mayor.
La otra supuesta crítica ponía en cuestión la legitimidad de la disforia de género presentada “por una muestra demasiado amplia de menores” de uno de los estudios. Aunque tampoco lo nombran, parece que se refieren al estudio de Drummond et al. (2008), que hizo el seguimiento de 25 menores evaluados durante su infancia por problemas de género: 15 de los 25 recibieron diagnósticos oficiales de disforia de género, y de los otros 10 se estimó que estaban experimentando los mismos sentimientos, pero que estaban por debajo del umbral de diagnóstico. Esto es, que la supuesta crítica es que incluir casos que están por debajo del umbral de diagnóstico diluyen los resultados de los casos formalmente diagnosticados.
La irrelevancia de esta afirmación vuelve a ser fácilmente reconocible cuando se analiza directamente: De los y las 15 menores que recibieron un diagnóstico, 2 continuaron siendo transgénero en la edad adulta (13/15 = 87% desistieron), y de los 10 sin diagnóstico, 1 continuó siendo transgénero (9/10 = 90% desistieron). Drummond entonces recogió la combinación de ambos, afirmando que un (22/25 =) 88% desistieron. Esto es que, tanto en el caso de la “muestra demasiado amplia” como en la muestra supuestamente legítima, se llega a exactamente la misma conclusión: La mayoría de menores deja de sentirse transgénero cuando crece.
Yo, personalmente, soy de la opinión de que los métodos originales de los autores de los estudios son los correctos, pero los números demuestran que es algo que sencillamente no importa. Incluso si las críticas fuesen válidas, las conclusiones seguirían siendo las mismas.
Las afirmaciones de la ciencia quedan claras simplemente haciendo una lista de los resultados de los estudios sobre el tema. A pesar de ser de diferentes de países y de diferentes laboratorios, y de estar realizados a lo largo de cuatro décadas, todos y cada uno de los estudios sin excepción llegan a la misma conclusión. Esto no trata de que los científicos no estén de acuerdo acerca de los puntos fuertes y débiles de una serie de informes conflictivos. La discrepancia no es siquiera entre un grupo de personas que aboga por una serie de estudios y otro grupo de personas que aboga por una serie de estudios diferentes a los anteriores: Aquí los activistas están rechazando la conclusión unánime de todos y cada uno de los estudios que se han hecho sobre el tema, en favor de una conclusión apoyada por absolutamente ningún estudio.
Es importante añadir que estos resultados tampoco deben ser exagerados en la otra dirección: la respuesta correcta no es ni 0% ni 100%. Aunque la mayoría de menores desista, no es una mayoría tan grande. Una proporción sustancial de ellos quiere realmente hacer el tránsito cuando se hace mayor, y necesitamos asegurarnos de que estas personas reciben el apoyo que necesitan. A pesar de las protestas de los extremistas, la ciencia muestra muy claramente y de manera muy consistente que no podemos dar por hecho ninguno de los dos desenlaces.
Referencias
Drummond, K. D., Bradley, S. J., Badali-Peterson, M., & Zucker, K. J. (2008). A follow-up study of girls with gender identity disorder. Developmental Psychology, 44, 34–45.
Steensma, T. D., McGuire, J. K., Kreukels, B. P. C., Beekman, A. J., & Cohen-Kettenis, P. T. (2013). Factors associated with desistence and persistence of childhood gender dysphoria: A quantitative follow-up study. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 52, 582–590.
James M. Cantor
El Dr. Cantor es psicólogo clínico y científico del comportamiento sexual. Ha estado estudiando y enseñando sexología, especialmente sexualidades atípicas, durante más de 20 años. Sus estudios se han publicado en Psychological Bulletin, Journal of Abnormal Psychology y Journal of Consulting and Clinical Psychology, y se desempeñó como editor en jefe de Sexual Abuse: A Journal of Research and Treatment. Ha aparecido para discutir temas sexológicos en CNN, la BBC, The New York Times y Savage Love de Dan Savage. Es Director del Centro de Sexualidad de Toronto y Profesor Asociado de Psiquiatría en la Universidad de Toronto. Los resúmenes de su investigación y otros proyectos están disponibles en JamesCantor.org.